miércoles, 4 de noviembre de 2009

Familiriarizarse con lo que acontece

El descuido suele ser generalizado, excepto en aquellas personas que se empeñan en "cuidar" su aspecto más de lo naturalmente necesario (físicamente hablando). Pero sin duda, cuidar nuestro aspecto psicológico y espiritual es algo casi olvidado, que suena hasta raro. De ahí que, si de repente, se te presentan dolencias o afectaciones en estos ámbitos, en primer lugar y en primera persona, seas tú el primer sorprendido y perdido y en segundo lugar, y segunda y tercera persona, no entiendan ni sepan que decirte, ni como ayudarte. Y sin duda, es este mundo loco, tan voraz, material y superficial que nos convierte, o lo intenta, en máquinas para producir y sobre todo consumir. Olvidándonos de lo más importante: sentir y vivir. Nos olvidamos de quienes somos, por qué luchamos y qué anhelamos, o simplemente le damos de lado. No debemos temer a enfrentarnos a nuestro propio yo y nuestro mundo interior. Pues ahí está la clave para hallar esta sin razón a la que la vorágine y la sin razón, nos condució.